En 1971 nace Asociación Navarra Nuevo Futuro con la idea y
el compromiso de dar una alternativa mejor a los menores que se habían quedado
sin padres. Desde entonces y hasta ahora la Asociación sigue manteniendo este
servicio con nueve 9 hogares actuales de atención residencial para niños y
jóvenes en situación de dificultad social y familiar.
En 1995, con la Guerra de los Balcanes, se produce en Europa
un escenario similar al que motivó a la fundadora a crear la Asociación, y se
da el salto a Croacia. Trasladamos nuestra metodología de trabajo y esto genera
la creación de una nueva línea de acción para Nuevo Futuro: la Cooperación
Internacional. De Croacia se pasa a Perú y, estando trabajando allí con los
menores, descubrimos que había por un lado niños con auto de abandono y, por
otro, familias navarras que querían adoptar. Por ello desde 1997 la Asociación
Navarra Nuevo Futuro se consolida como ECAI (Entidad Colaboradora en la
Adopción Internacional). Desde entonces y hasta ahora, para la Asociación ha sido
importante acompañar a las familias en todo el proceso porque conocíamos la
realidad del menor con daño emocional y en el caso de Perú, sus condiciones
culturales.
Es en este momento, en otoño de 2014, cuando Asociación
Navarra Nuevo Futuro termina la actividad como ECAI. Ya hace dos años se
planteó a Gobierno de Navarra la decisión de cerrar como ECAI con el compromiso
de terminar cada uno de los expedientes que ya estaban registrados con nosotros
y este momento ha llegado.
Ha sido un camino difícil, lleno de altibajos, como lo es el
propio proceso de adopción. Para la Asociación Navarra Nuevo Futuro tenía
sentido estar ahí, acompañar, asesorar, anticipar comportamientos y actitudes
que sabíamos que iban a venir de la mano de la ilusión de cumplir el objetivo
de formar una familia. La adopción tiene dos caras: la ilusión por el objetivo
cumplido después de tantos años y las dificultades de convertirnos en familia
con una criatura dañada. Del mismo modo, la ECAI también las tenía: la ilusión
y la coherencia como organización de protección de la infancia y la dificultad
de ser una actividad mercantil en la que la Asociación no tiene puesta su
mirada.
Pese a todo queda la satisfacción del trabajo bien hecho
hasta el final. No hemos abandonado a ninguna de nuestras familias y no será
porque no hayamos tenido todo tipo de casuísticas, pero cuando uno adquiere un
compromiso, como el de ser padres, es para siempre y hasta el final.
La ECAI también dio sus frutos. Tras años de experiencia,
descubrimos la necesidad de acompañar a las familias más allá de la
tramitación. En los seguimientos se observaba dicha necesidad y en muchos casos
se nos pedía ayuda y empezamos humildemente a trabajar en la llamada
postadopción. Gobierno de Navarra se hizo eco de la demanda de tantas familias
y desde hace cuatro años gestionamos el Servicio SAFAYA adjudicado en Concurso
Público, de acompañamiento en la postadopcion, asesoramiento, formación y
terapia.
Cerrar el episodio de la ECAI tras 17 años, pese a ser un
deseo, ha costado a todos los niveles. La organización, como madre, tiene que
dejar ir a quien se ha hecho mayor de edad y ya no tiene su sitio aquí.
Agradecemos todo el conocimiento que nos ha proporcionado la ECAI,
especialmente a todas las personas que han trabajado en ella, que han creído en
este proyecto y se han mantenido hasta el final. A las familias que han
confiado en nosotros para acompañarles en el maravilloso viaje de convertirse
en familia, y al Equipo del Negociado de Adopciones de Gobierno de Navarra que
ha trabajado codo con codo con nuestro equipo. Tan importante fue para la
asociación lanzarnos a esta nueva actividad, como haber sabido decir hasta
aquí. Pasamos el testigo a SAFAYA y nos creemos con legitimidad para acompañar
a las familias que están teniendo dificultades y sufrimiento porque sabemos las
especificidades de la persona adoptada.
Laura Iparraguirre
Subdirectora, responsable de adopción internacional
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