16 diciembre 2011

Espacios de Supervisión, por Elena Vizcay, directora de Asociación Navarra Nuevo Futuro


“Las personas son lo más importante de esta empresa/organización”. Cuando uno descubre esta afirmación en una organización, ahí sabemos que hay mucho ya compartido.

Porque así lo sentimos. En nuestra organización, ASOCIACIÓN NAVARRA NUEVO FUTURO, las personas son lo más importante. No sólo los niños, niñas y jóvenes en dificultad a los que atendemos desde hace más de 40 años, sino también las personas profesionales, voluntarias, asociadas, colaboradores, etc. Nuevamente, “las personas de esta organización son lo más importante”.

Cuando esto lo afirman las empresas y se lo creen de verdad, procuran ofrecer a sus profesionales las mejores condiciones posibles, tanto en su aspecto técnico-laboral, como en el organizativo, y en especial, cuando estas personas pueden encontrarse en situaciones de estrés. ¿Qué hacer entonces? ¿Cómo ayudar a desbloquear y salir de esa situación?

Es ahí cuando la máxima institucional y organizacional saca todo su compromiso, toda su fuerza y todo su sentir y actuamos procurando “espacios de SUPERVISIÓN”.

Gestionar el estrés, los problemas profesionales, los conflictos, las dificultades, etc. es posible. La Asociación lo consigue a través de personas ajenas a la organización, los supervisores y supervisoras, que nos ayudan en un tiempo y espacio protegido y confidencial, para ofrecer miradas diferentes, posibilidades distintas, complicándolo, pero ofreciendo alternativas y posibles soluciones para enfrentarse nuevamente a esa persona, equipo, jefe, situación, niño, niña, joven o grupo que me tiene bloqueado, que me tiene estresado, sin saber qué hacer en ese conflicto y actuando de una manera incorrecta.

Así es como cuidamos a nuestras personas, a lo más importante de nuestra organización. Les cuidamos porque somos expertos en conflictos, expertos en tratar y atender a niños, niñas y jóvenes en dificultad que son siempre sujetos de derechos, pero que muchas veces sus derechos se ven arrollados por otras preocupaciones y cuestiones ajenas, si los profesionales no están bien atendidos y queridos.

Esta es nuevamente la máxima: “las personas son lo más importante de la organización”. Por ello, la supervisión es una herramienta de cuidado que da respuesta a las preocupaciones y conflictos que no se abordan habitualmente en las empresas. En ese momento, cuando sabemos de la confidencialidad del espacio y que eso mismo puede ayudar a desbloquear, es cuando estamos ejerciendo esta máxima del cuidado para nuestros profesionales.

Así sentimos estos dos Premios. El IV Premio a la Calidad en los Servicios Sociales otorgado por el Gobierno de Navarra junto con la Fundación Tomás y Lydia Recari, así como el III Premio Azul otorgado por Mutua Navarra. Dos distinciones que no hacen sino ayudarnos a creer todavía más en nuestra máxima: “las personas son lo más importante de la organización”.

Gracias por ambos galardones, son un símbolo del cuidado y la preocupación hacia las personas y su salud. Si tú también crees en ello, sigue esta premisa y hallarás las soluciones.

Huarte, 16 de Diciembre de 2011.
Elena Vizcay, directora Asociación Navarra Nuevo Futuro

12 diciembre 2011

Elena Vizcay, reflexión en el Día Internacional de los Derechos de la infancia



El 20 de noviembre se celebró a nivel mundial, como todos los años, la conmemoración de la Convención sobre los Derechos de la Infancia, que la Asamblea General de la ONU aprobó en 1959 con la Declaración de los Derechos del Niño y que firmó con una mayor exigencia a los Estados para desarrollar legislaciones de protección más amplias y eficaces. Desde entonces trabajamos con ese objetivo, pero el camino es largo y duro.
Con la que está cayendo, nos toca nuevamente apelar a la obligación que tenemos de amparar a los más desfavorecidos, a la infancia y la juventud en dificultad. Me toca apelar a la responsabilidad. Tanto a la colectiva, como a la personal. Está claro que son tiempos muy, muy difíciles, y que los vaivenes de las economías internacionales nos están poniendo en la palestra continuamente, pero también es cierto que esto no lo van a solucionar otros, otras, los más importantes, los países ricos, etc. lo vamos a solucionar cada uno de nosotros.
El compromiso con los Derechos de la Infancia está en cada uno de nosotros. Tenemos una responsabilidad como sociedad civil de atender a los más desfavorecidos, en nuestro caso a los niños, niñas y jóvenes, que se encuentran en dificultad, porque sus derechos no pueden ser garantizados y tenemos la obligación de denunciarlo, si es que conocemos casos, y de procurar que estén en las debidas condiciones y atenderlos correctamente.

Pero también tenemos la responsabilidad de mirar al frente y convertirnos en caballos y no ser nunca más carretas, porque ya vale que otros tiren del carro por nosotros. Debemos concienciarnos que éste es un esfuerzo y empuje conjunto, de cada uno, haciendo bien su trabajo del día a día y con perspectiva de futuro. Con los puntos bien puestos sobre las “íes”, debemos trabajar mucho y con eficacia. Debemos creernos que innovar, co-crear, co-liderar, estimular, motivar, etc. lo tenemos y queremos hacer cada día. Con nosotros mismos y con nuestros profesionales y voluntarios en la atención a la infancia y juventud. La tarea que tenemos entre manos es de una gran responsabilidad y de una gran importancia.
Nuestros jóvenes son los hombres y mujeres del futuro, aquellas personas que van a componer y sostener nuestra sociedad en los próximos años y debemos y queremos apostar por ellos. Hay que buscar oportunidades, hay que crear oportunidades y hay que co-responsabilizarse con ellos/as, para que nuestra sociedad podamos decir que avanza y avanza hacia un buen y próspero futuro.

La mirada de noticias internacionales es alarmante, gran hambruna en Somalia; crisis y movimientos civiles y sociales en los países árabes; guerras en Libia y Afganistán; situaciones de injusticia, desigualdad y abusos para la infancia en muchos países del mundo, secuestros, muertes, etc., y nuestro compromiso y responsabilidad de nuevo en la palestra. Volviendo la mirada a nuestra tierra, también en Navarra hay muchos niños, niñas y jóvenes que lo están pasando muy mal, al igual que sus familias. Sirvan estas breves letras para llamar la atención sobre el trabajo de cada día, del callado, del intenso y del bien hecho. Es muy importante, seguir co-responsabilizándonos con nuestros valores. Debemos procurar proteger y prevenir las situaciones de desprotección infantil y juvenil, sin más dilación y con total compromiso.

Todavía hay hoy en el mundo muchos niños, niñas y jóvenes que no tienen educación, ni derecho a la ciudadanía, ni derecho a la vida, ni derecho a tener una familia, ni derecho a poder alimentarse, ni derecho a la atención sanitaria, ni derecho a expresar su propia opinión y a reunirse con otros niños y niñas, jóvenes, etc.

¡Ayúdame a conseguirlo, súmate a esta fuerza y tira con nosotros de este carro cada día, basta ya de exigir a otros lo que nos corresponde a todos y todas!
Gracias por tu ayuda, los hombres y mujeres del futuro te lo agradecerán y tú sabrás que contribuiste a conseguirlo. Enhorabuena por tu compromiso activo!!!