Aunque esperada, la noticia del fallecimiento de María Josefa Huarte Beaumont ha traído la tristeza a la gran familia que forma la Asociación Navarra Nuevo Futuro, de la que actualmente era presidenta de honor, después de haberlo sido de manera efectiva a partir de 1991.
María Josefa, muy sensibilizada con la situación de la infancia más desfavorecida, impulsó, en 1971, con el aliento de su madre, Dª Adriana, primera presidenta, y el apoyo de su familia, la creación y el desarrollo de la Asociación. Perseguía el objetivo de encontrar para esos niños una alternativa distinta, más humana, cálida y afectiva, que la que ofrecían los orfanatos de la época; buscaba, para su desarrollo y educación, un entorno que se asemejara, lo máximo posible, al de una familia convencional.
Por ello, con su iniciativa y trabajo y con el impulso de la familia Huarte-Beaumont, se pudieron adquirir diversos pisos en Pamplona y en su entorno, en los que se formaron los hogares que acogieron a muchos niños faltos de atención y cariño, donde un ama y un monitor asumían las funciones de madre y padre. Transcurridos cuarenta y tres años la Asociación sigue prestando ese servicio público a través de su adjudicación, por concurso, del Gobierno de Navarra.
Nuevo Futuro fue para ella referencia permanente y fundamental.
El seguimiento de los hogares, la dedicación a los menores, la búsqueda de financiación, las reuniones de trabajo y los viajes a lugares muy diversos y a veces peligrosos, llenaron su vida y consiguieron, para esos niños acogidos, un entrañable ambiente de tranquilidad y esperanza, en el que se educaban y formaban con un horizonte nuevo, más nítido y definido con vistas a su porvenir.
El año 1993, y también por su iniciativa, la Asociación emprende la actuación en el campo de la cooperación internacional, desarrollando en Croacia, en plena guerra de los Balcanes, un conjunto de hogares similares a los de Navarra, para acoger a menores víctimas de aquel terrible conflicto armado, extendiéndose, a partir de 1995, el mismo modelo a Perú. Con estas actividades, y tanto en España como en el extranjero, más de dieciocho mil menores han pasado por sus hogares.
Asimismo Nuevo Futuro ha llevado a cabo diversos programas y proyectos en Perú, Colombia, Honduras, Guatemala, Haití, Cuba y República Dominicana, orientados siempre al desarrollo de la infancia y la juventud, de los que se han beneficiado más de setenta y cinco mil personas y cerca de un millón indirectamente.
Por otra parte, en 1988, se amplió la labor de la Asociación hacia el importante campo de las adopciones internacionales.
El mayor reconocimiento que, por su abnegada labor, ha recibido María Josefa Huarte ha consistido en sentir permanentemente el cariño de los niños a los que a través de la Asociación ha atendido. En mayo de 2010, un grupo de éstos, ya hombres y mujeres situados en la sociedad, le ofrecieron un sincero y entrañable homenaje, en el que, con palabras sencillas, pero tremendamente sinceras, le expresaron cuánto habían recibido de Nuevo Futuro y cómo había cambiado su vida el proyecto impulsado por ella.
De entre los premios y galardones otorgados a María Josefa destacaremos la concesión de la Charta Rabuziana, entregada a nuestra presidente, en 1994, por su trabajo en Croacia, y la Cruz de Carlos III el Noble concedida, en 2005, por el Gobierno de Navarra, en reconocimiento a sus valores humanos y a su trabajo socialmente comprometido y altruista con los más necesitados.
En el momento de la despedida a María Josefa, todos los miembros y colaboradores de la Asociación Navarra Nuevo Futuro sienten que su ejemplo de trabajo y de acción efectiva, y su entrega desinteresada, les ayudarán a llenar la sensación de gran dolor y vacío que su muerte trae.
A su familia, en especial a su marido Javier Vidal, que siempre le ayudó, animó e impulsó en su tarea, le deseamos fuerza y resignación cristiana en este difícil momento.
Luis Palacios Zuasti, presidente de la Asociación Navarra Nuevo Futuro
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